Eva Aguirre es la D.T. y Corazón del IFC, bajo su tutela el equipo ha vivido sus mejores momentos en su corta historia. Su capacidad para observar y analizar los partidos quedó de manifiesto desde que tomó el timón del equipo y darle al grupo su primer triunfo en la historia.
En ese primer torneo, La Muralla Celeste ganó tres encuentros para darle al equipo una clara mejoría pero la historia no terminaría ahí.
En su segundo torneo después de un inicio prometedor, ausencias y lesiones perjudicarían el andar de la escuadra pero no el corazón que pusieron de por medio para finalizar la temporada con cuatro triunfos.
Actualmente, en el 2009, el Torneo pinta con buenas cosas para Eva y los Spreads al sumar tres triunfos en igual número de partidos, manifestándose como un equipo que se ha sabido ganar el respeto de los contrincantes y reforzando el mote de: “La Muralla Celeste”.
Partido a partido se le puede ver a un costado del terreno de juego al frente de la banca observando atentamente el desarrollo del encuentro y volteando a ver a sus elementos de relevo buscando darle solución a algún problema que se presente durante el mismo.
Nerviosa, gesticulando con las manos, en ocasiones cámara en mano, Eva observa a sus muchachos, los ánima, más con señales que con gritos, y eso motiva a los Spreads sobre todo en momentos complicados, pero eso sí, nada como el sabor del triunfo al terminar los juegos y la entrenadora felicita a sus muchachos, cuando se llega a perder, no recrimina, sólo espera la oportunidad de revancha en la siguiente semana.
Y como dicen por ahí: Lo mejor está por venir.
En ese primer torneo, La Muralla Celeste ganó tres encuentros para darle al equipo una clara mejoría pero la historia no terminaría ahí.
En su segundo torneo después de un inicio prometedor, ausencias y lesiones perjudicarían el andar de la escuadra pero no el corazón que pusieron de por medio para finalizar la temporada con cuatro triunfos.
Actualmente, en el 2009, el Torneo pinta con buenas cosas para Eva y los Spreads al sumar tres triunfos en igual número de partidos, manifestándose como un equipo que se ha sabido ganar el respeto de los contrincantes y reforzando el mote de: “La Muralla Celeste”.
Partido a partido se le puede ver a un costado del terreno de juego al frente de la banca observando atentamente el desarrollo del encuentro y volteando a ver a sus elementos de relevo buscando darle solución a algún problema que se presente durante el mismo.
Nerviosa, gesticulando con las manos, en ocasiones cámara en mano, Eva observa a sus muchachos, los ánima, más con señales que con gritos, y eso motiva a los Spreads sobre todo en momentos complicados, pero eso sí, nada como el sabor del triunfo al terminar los juegos y la entrenadora felicita a sus muchachos, cuando se llega a perder, no recrimina, sólo espera la oportunidad de revancha en la siguiente semana.
Y como dicen por ahí: Lo mejor está por venir.
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